William Carlos en
su ático de poeta persistente. William Carlos disminuido en su camita de viejo.
El disloque de un cuerpo llamado William Carlos, engendro de padres inarmónicos.
Raquel, nativa de una ciudad caribeña al oeste de una isla con el puerto en el
nombre. Mayagüez, Puerto Rico. (En Mayagüez el comercio superaba las tragedias
colectivas y levantaba un sector portuario de traficantes y conspiradores, pero
había casitas de marfil con espacio para colocar pianos y colgar retratos.)
William George, un inglés con mucho de negro, a pesar de su piel blanca y de
sus ancestros blancos y de su empaque victoriano. (En la isla de Santomas las
torres de marfil y el lugar del piano que William George aprendió a tocar eran
especies raras, de esas que se miran con las manos y se tocan con los ojos.)
Habría que estar en
las ciudades de Raquel como quien ve, huele y toca un traje nuevo en la cola de
un traje apolillado.
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