- El barril de petróleo a doscientos pesos, qué lindo. Van a decomisar cien patrullas más.
- Tanto navegar pa terminar haciendo la ronda en bicicleta y con estas patas zambas, no es justo.
- Justo es el señor, Domínguez, aunque alguna vez hayas tomado la justicia en tus manos.
- No jodas, soy nervioso y el día menos pensado…
- A mi lo que más me molesta es afeitarme las piernas y usar pantaloncitos cortos, se me ven las venas varicosas, pero ni modo. Ya mismo me jubilo y lo mando a todos pal.
- Está anunciado en las sagradas escrituras que...
- Si quisieran el valor de la gasolina bajaría rapidito.
- ¿A sí? Dime cómo, genio.
- Na, le piden a Juan Mari Bras que hable con Chávez y le sugiera que aumente el petróleo a trescientos el barril.
- Tremenda solución, se te quemó el cerebro.
- No, escúchame. Cuando el barril llegue a trescientos, las refinadoras, los mayoristas, las gasolineras y así sucesivamente también meterán mano y subirán el precio del galón de gasolina a diez dólares y hasta más. Ahí se trancará el juego. El precio aumentará tanto que nadie podrá comprar gasolina. Entonces no valdrá nada. ¿Te imaginas? Todo el mundo en bicicleta, digo, mientras duren las bicicletas.
- Y después a andar, pero hacia dónde. Ahí está el detalle. Un día de estos, el día menos pensado, se caerá el mundo, así, de golpe, como por arte del demonio.
- Efectivamente. No eres tan bruto como pareces, Domínguez. ¿Te queda un poquito de baby oil? La navaja estaba bota, mira estas ronchas.
3 comentarios:
Marta, volviste a tus policiales negros con ese humor tuyo de siempre, tierno y duro a la vez. Muy bueno,con un beso desde el lejanísimo Sur.
Muy buena reflexión la de estos policías. Espero que no acaben muy quemados, en todos los sentidos de la expresión. Eso sí: estos dos no engordan por más bollos que coman! Ji,ji,ji!
Besos, Cris
Pasé a saludar! Fabuloso tu espacio...
Un abrazo
Yeli
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