lunes, 21 de julio de 2008

Rutas


Foto: Frank Vélez Quiñones

Comparados con el hambre son como una lágrima en el mar. Se los tragó sin masticarlos. Los destrozaron los jugos gástricos. No encontraron nada más en el estómago.

El que vuela rompe entrañas pero no puede desentrañar la casa. La casa es rectangular.

Las paredes denegridas cubiertas por caracoles pequeños. Caracoles ciegos.

Siguió haciendo círculos en el aire.

Ahora llega otro. Este otro es de la tierra. Ojos color miel de trigo.

Le sirvo leche. La leche de vaca tan parecida a la leche de perra y a la leche de gata y a la leche de rata y a la leche de mujer, todas las leches, la leche.

Esta casa es un punto en su ruta. No puedo desentrañar esa ruta.

Es el día de los picos, los pelos, las verdes.

Volamos, caminamos, bailamos. Alguien nos ve.

No hay comentarios:

Primeros párrafos

Recuerdo cuando recibí el envío de mi sobrina. Leí su letra en una nota breve: quizás me interesaría conservar aquellas cartas. No pensé en ...